viernes, 4 de febrero de 2011

Armas del siglo XX

El ritmo de las mejoras en tecnología bélica se multiplicó durante los grandes conflictos bélicos del siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial va a producirse el fin de la era de las armas de filo, y la consagración de la infantería y la artillería como armas esenciales. Nuevos tipos de arma, como el cañón howitzer, eran capaces de destruir cualquier tipo de construcción. El avión, con una década de vida, también pasó a formar parte de los ejércitos modernos, y fue protagonista de muchos campos de batalla, junto a las recién diseñadas unidades blindadas que reemplazaron a la caballería como unidad autopropulsada. En el mar, aparecen submarinos. Como característica del conflicto entre sociedades industrializadas, la escalada de armamento -que consiste en reproducir y contrarrestar cualquier avanzada del enemigo- llevó a la industrialización de la máquina de guerra, provocando una cantidad de bajas antes impensables.


La Segunda Guerra Mundial extrajo de la experiencia de la guerra de trincheras su aprendizaje: a las nuevas armas corresponden nuevas tácticas bélicas, como la blitzkrieg, que causarán la eventual derrota de potencias militares como Francia, aferradas a una concepción de la guerra trasnochada. Durante los 6 años de guerra siguientes se va a producir una vertiginosa competición tecnológica, que no sólo afectará a las tres armas del ejército sino que tendrá como objetivo a la población civil: De un lado, mediante propaganda -y la correspondiente contrapropaganda del enemigo-; de otro, organizando bombardeos masivos sobre grandes concentraciones urbanas, destinados no tanto a causar un daño al ejército enemigo como a paralizar por saturación las vías de transporte.

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